Campamentos de verano en el extranjero; qué son y qué beneficios ofrecen.

Seguro que alguna vez has oído hablar de los campamentos de verano; esos lugares en los que, nuestros hijos pueden seguir formándose, aprendiendo y divirtiéndose durante el verano ¡pero en la naturaleza, que es mucho mejor que encerrados en un aula!

Este tipo de lugares ofrecen beneficios a hijos y padres por igual. Los padres, pueden sentirse más relajados durante las vacaciones de sus hijos, ya que muchos trabajan durante algunos meses de verano y se sienten abrumados por no poder dedicarles todo el tiempo que deberían. Los hijos, por otra parte, se relacionan con otros niños y aprenden mucho acerca de la naturaleza y el trabajo en equipo.

Lo mejor de todo, es que existen campamentos de verano en el extranjero para aprender idiomas (sobre todo inglés) algo que sin duda hace bastante falta hoy en día para cubrirnos un poco las espaldas en el entorno laboral. Puede que a primera vista te dé algo de cosa imaginarte a tu hijo en el extranjero durante todo el verano, pero te aseguramos que será una experiencia inolvidable que enriquecerá sus estudios y su futuro.

Quédate a conocerlos y a saber todos los beneficios que suponen para nuestros hijos a continuación ¡no te lo pierdas!

¿Qué son los campamentos de verano en el extranjero?

Los campamentos de verano en el extranjero son programas educativos y recreativos diseñados para brindar a los jóvenes la oportunidad de explorar, aprender idiomas y sumergirse en una cultura diferente a la suya durante el verano. Éstos, suelen estar organizados por escuelas, institutos o centros de idiomas, y están dirigidos a adolescentes y jóvenes adultos.

Seguramente te estés preguntando cuánto tiempo puede estar nuestro hijo en un campamento de verano, y la respuesta es que éste puede variar considerablemente; puede durar desde unos pocos días hasta varias semanas o meses, dependiendo de quién lo organice y de la programación en sí misma del propio campamento.

Los participantes provienen de diferentes partes del mundo y suelen tener edades comprendidas entre los 10 y los 18 años, aunque también hay programas diseñados para adultos de unos 20 a 25 años.

En cuanto a la estructura, los campamentos de verano en el extranjero suelen combinar actividades educativas y recreativas con oportunidades de inmersión cultural. Esto quiere decir que tus hijos podrán asistir a clases de idiomas impartidas por profesores nativos, participar en proyectos de voluntariado, realizar excursiones a lugares históricos y turísticos e incluso vivir con familias anfitrionas.

Además, podrás estar tranquilo, dado que la seguridad y el bienestar de los niños y jóvenes que participan en el campamento son aspectos de total prioridad a la hora de organizar este tipo de campamentos. Esto lo garantizan contando con un personal capacitado y experimentado que supervisa las actividades que realizan los alumnos continuamente, además, también se encargan de garantizar el cumplimiento de las normas de seguridad en todo momento.

¿Qué beneficios supone para nuestros hijos vivir esta experiencia?

Como hemos mencionado, vivir esta experiencia supone un sinfín de beneficios para nuestros hijos, y entre ellos encontramos los siguientes:

  1. Desarrollan el idioma en una zona nativa.

Uno de los mayores beneficios de participar en un campamento de verano en el extranjero es la oportunidad de sumergirse en un entorno donde se habla el idioma local. Los alumnos tendrán la oportunidad de practicar y mejorar sus habilidades lingüísticas de manera natural, lo cual será muy beneficioso para adquirir fluidez y confianza a la hora de hablar el idioma.

  1. Viven una experiencia cultural diferente.

Vivir en un país extranjero durante un tiempo permite que los alumnos tengan la oportunidad de sumergirse en una cultura distinta a la que se han criado. Y es que, no sólo vivirán escuchando y practicando otro idioma, sino que también probarán comida diferente y experimentarán las tradiciones y costumbres de aquel lugar.

Gracias a esta experiencia, podrán desarrollar una mayor empatía y mente abierta respecto a las personas extranjeras, algo que hace mucha falta hoy en día.

  1. Les ayudan a fomentar su desarrollo personal.

Los campamentos de verano en el extranjero fomentan el desarrollo personal, ya que esta experiencia obliga a sus participantes a salir de su zona de confort y enfrentarse a nuevas experiencias. Puede que sea duro al principio, ¡pero sólo serán unas semanas! Además, al final tus hijos desarrollarán un mayor sentido de la autonomía, lo que les permitirá sentirse mejor para resolver cualquier problema y tomar decisiones. Sin duda, estas habilidades los prepararán muy bien para enfrentar los desafíos a los que se puedan enfrentar en su vida.

Es importante que nuestros hijos busquen pasar tiempo con nosotros y no quieran volar solos y por su cuenta, pero muchos niños se sienten tan arraigados y temerosos a estar fuera de su entorno y zona de confort que acaban desarrollando traumas y fobias sociales que, por desgracia, acabarán afectando a su vida en el futuro.

Además, estas experiencias también pueden vivirse en compañía; existen opciones que permiten que los padres o tutores viajen al país extranjero con sus hijos. Lo importante es que observemos la situación emocional en la que se encuentra nuestro hijo y no obligarlo a vivir experiencias que les puedan suponer un trauma. Este campamento puede ser algo bueno para ellos ¡intentemos no convertirlo en una experiencia negativa! Todos tenemos nuestro proceso, y es importante adaptarse y dar los pasos correspondientes para hacer las cosas bien.

  1. Amplían su red de contactos.

Participar en un campamento de verano en el extranjero permite a los jóvenes conocer a personas de diferentes partes del mundo y establecer conexiones internacionales.

Esto puede ser especialmente positivo, y no sólo para que nuestro hijo haga más amigos, sino que también puede afectar de forma positiva a su futuro laboral ¡Quien sabe! Mejor no nos cerremos puertas.

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