He intentado familiarizarme e intentar conocer alguna de las expresiones más típicas de Murcia, y desde luego hay una palabra que me encanta, “bonica”. Su utilización tiene varias acepciones, es sinónimo de simpático, se dice de una persona u objeto cosa que no es bonito, ni feo…, pero desde luego Murcia, aunque “bonica”, no es “bonica”, ya que es una ciudad encantadora, sus gentes son acogedoras, los productos de su huerta son exquisitos y su clima… ¿qué podemos decir de su clima? Envidiable, con su habitual cielo azul y su brillante luz solar que nos deja unos inviernos muy suaves y una media de 2.800 horas de sol al año, lo que la convierte en una ciudad estupenda para disfrutar y pasear en cualquier época del año.
Justamente este fue uno de los motivos por lo que escogimos esta bella ciudad para celebrar la despedida de soltera de mi mejor amiga. Para ello, como somos de fuera y no conocemos mucho, las agencias locales nos recomendaron hablar directamente con Hot despedidas, una empresa especializada en organizar las mejores despedidas de soltero/a, y así nos organizó un día de capea con comida, música, capea de 3 vaquillas y por supuesto mucha diversión y para desplazarnos contamos con el servicio de un discobús, sin duda, un planazo sin igual.
Tras este día de diversión, decidimos quedarnos un día más en la ciudad para poder descansar y disfrutar tranquilamente de la belleza de sus monumentos, entre los que merece la pena destacar los siguientes:
- Palacio Almudí. Este edificio histórico cuya construcción se inició en 1612 y se finalizó en 1628, en un estilo barroco, alberga hoy la Concejalía de Cultura del Ayuntamiento de Murcia, el archivo histórico municipal y una sala de exposiciones, si bien en su origen fue un almacén de grano y lugar a donde acudían cosecheros y tratantes de trigo y otros cereales para realizar todas sus transacciones comerciales, de ahí proviene su nombre de Almudí, ya que es la medida de capacidad de áridos equivalente a seis cahíces. En su interior destaca la sala de columnas toscanas y un lienzo de la muralla árabe de Murcia.
- Muralla árabe. De la etapa andalusí (siglos XI-XII) se conservan algunos restos de la antigua muralla defensiva de la ciudad. Los tramos recuperados más importantes son la Muralla de Verónicas que consta de revellín, el paseo de ronda y la muralla principal con dos torres, una de ellas prácticamente completa, y el lienzo de mayor altura de la ciudad en el Centro de Interpretación de la Muralla Árabe de Santa Eulalia.
- La Catedral. La Santa Iglesia Catedral de Santa María, declarada Monumento Nacional en 1931, es el templo principal y la sede de la Diócesis de Cartagena, dependiente de la Archidiócesis de Granada. Su construcción se inicia en 1394 sobre el terreno que ocupaba la principal mezquita árabe de la ciudad, siendo consagrada en 1467. Su estilo es fruto de las sucesivas ampliaciones a lo largo de cinco siglos, del XIV al XVIII, por lo que engloba el gótico, renacimiento y barroco. Su fachada principal está considerada como una obra maestra del barroco español. Su torre campanario, con sus 90 m. de altura o 95m. con la veleta, es la segunda más alta de nuestro país tras la Giralda de Sevilla. En la Capilla Mayor se halla una urna sepulcral donde, según disposición de su testamento, se conserva el corazón y las entrañas del rey Alfonso X el Sabio.
- El Real Casino. Es uno de los edificios más singulares y emblemáticos de la ciudad. Declarado Monumento Histórico-artístico nacional en 1983. Su construcción se inició en el año 1853, con un estilo ecléctico en el que se entremezclan diferentes estilos constructivos, como, por ejemplo, su fachada principal que contiene elementos clásicos y modernistas, el vestíbulo o el Salón de Baile de estilo neobarroco, el patio árabe de estilo neonazarí.
- El Palacio Episcopal. Declarado Bien de Interés Cultural desde 1992, es actualmente uno de las edificaciones más importantes de la ciudad. Su construcción se inicia en 1748 en un estilo barroco rococó. En su interior destaca la escalera imperial, el patio y la Capilla del Obispo, de planta circular.
La importancia de la huerta murciana
La huerta murciana, a orillas del río Segura, ha destacado desde la antigüedad por su riqueza y producción. Ya los romanos cultivaban estas tierras, sin embargo, fueron los musulmanes quienes tras desecar los terrenos pantanosos y establecer un sistema de riego y drenaje impulsaron el desarrollo agrícola de esta comarca, en la que destacan como platos típicos los Michirones, el Zarangollo, los Paparajotes o el Caldero del Mar Menor, entre otros.