Parecerá una locura, pero llevo un par de años intentando que mi empresa me conceda el traslado a Japón, pero sin ningún éxito. Hasta ahora. Ayer mismo me lo comunicaron, me voya a Japón. País del sol naciente, allá voy…! O mejor dicho, allá vamos, porque Lili, mi compañera perruna, se viene conmigo.
Desde que comunicaron la noticia no he parado de darle vueltas al asunto del traslado de Lili, es una perra grande y no me la dejan llevar en cabina, conmigo, y la verdad es que eso me asusta bastante. Pero el caso es que uno de mis compañeros de curro me dijo que para el transporte de animales por avión, él siempre confía en Star Cargo, una empresa formada por jóvenes y expert@s profesionales, entusiasmados con su trabajo y preocupados en todo momento de la seguridad de las mascotas. Aquí, me ha dicho, asesoran a sus clientes para que elijan el servicio más adecuado, ofreciendo un trato personalizado y a precios muy competitivos. Y es que al contrario de lo que muchas personas piensan, viajar en la bodega del avión no supone ningún problema de seguridad para las mascotas, ni pasan frío en la bodega, pero es que al final, somos los propios humanos los que nos ponemos de los nervios cuando viajamos con mascotas, sobre todo cuando van en bodega. En Star Cargo, nunca han tenido ninguna incidencia con su seguridad. Las mascotas, una vez que entran en las instalaciones de la compañía aérea y son llevadas a la zona habilitada para animales, con veterinarios y personal especializado, asumen su situación y se quedan muy tranquilitos. Sin embargo, los humanos, lo pasamos peor.
La verdad es que esto me tranquilizar bastante, Lili nunca ha viajado y me daba un poco de miedito que pudiera pasarle algo en la bodega del avión, o que pudiera pasar miedo o frío, incluso pensé en sedarla, pero me aconsejaron que no lo hiciera, pues, al aplicar la sedación, baja la presión sanguínea que, con la altitud del vuelo, también bajará, ambas bajadas de presión podrían ocasionar un paro cardíaco al animal. Es más, algunas compañías aéreas lo prohíben expresamente.
Japón, uno de los Imperios más grandes de la historia
El Imperio del Sol Naciente, así era conocido el imperio japonés a partir de la Restauración Meiji. Japón se industrializa rápidamente, lo que unido a su igualmente rápida militarización, provoca su ascenso como potencia mundial y establece su imperio colonial, uno de los más grandes de todos los tiempos.
El sol naciente, hacer referencia a una de las dos banderas que se usaron en el Japón durante el tiempo que duró el Imperio, y era la bandera de la Armada Imperial, símbolo de su expansión. La otra, el Sol Rojo, sería la bandera oficial, y continúa utilizándose en el Japón actual, a pesar de la caída del Imperio.
A día de hoy, muchas personas son partidarias del uso de la bandera de la Armada, el Sol Naciente, ya que para ellas, existe una continuidad entre el antiguo Imperio Japonés y el actual Estado de Japón. Otros, por el contrario, son partidarios de su abolición, ya que son estados diferentes.
El idioma nipón, procede de lenguas japónicas, y en la actualidad es hablado por 130 millones de personas.
El origen y evolución del japonés no está muy claro, no se conoce con seguridad a que familia pertenece, aunque en sentido riguroso, el japonés moderno pertenece a la familia japónica junto a otras derivadas del protojapónico.
Los expertos en la materia afirman que existen similitudes entre el japonés y otras lenguas como el coreano, las lenguas altaicas o las austronesias. Y contrariamente a lo que se piensa, no guarda ningún parecido con el idioma chino, aunque sí es cierto que toma cientos cultismos del chino clásico. La lengua japonesa formaría parte de un conjunto de lenguas aborígenes de Taiwan, Filipinas o Malasia.
En Japón se utilizan los caracteres chinos y su sonido original, aunque adaptado a la fonética propia del primero, por eso, al estudiar la escritura japonesa, se debe estudiar también la lectura china y la japonesa, aunque no hay que olvidar que son diferentes del chino moderno.