Cuando uno piensa en el turismo, automáticamente se le viene a la mente esos turistas de otros países con gorros de esparto, mapas de la ciudad, sandalias con calcetines y catadores de todos los vinos y especialidades gastronómicas de la ciudad.
Pero la realidad es que no nos paramos a pensar que existen mil posibilidades diferentes de hacer turismo, cada una con sus múltiples beneficios, con sus enriquecimientos personales y culturales y con sus diferentes capacidades de ofrecernos diversión, relajación y desconexión.
De entre todos los tipos de turismo que existen, el más desconocido de todo es aquel del que venimos a hablar en este artículo de hoy: el turismo idiomático.
¿Cuántos tipos de turismos existen?
Existen diferentes tipos de turismo que se pueden clasificar en función de diversos criterios. Aquí te presento un breve resumen sobre algunos de los principales tipos de turismo que existen:
- Turismo de sol y playa. Es el tipo de turismo más popular y se centra en disfrutar del clima cálido de las playas.
- Turismo cultural. Se enfoca en la historia, en la cultura y en las tradiciones de una región o país. Incluye visitas a museos, monumentos y sitios arqueológicos.
- Turismo de aventura. Busca experiencias emocionantes y actividades como senderismo, rafting, parapente, entre otras.
- Turismo de naturaleza. Se centra en la observación y el disfrute de la flora y fauna del lugar, incluyendo visitas a parques naturales, reservas y lugares de conservación. Es el mejor para infundir respeto por los animales y la naturaleza en general.
- Turismo rural. Busca conocer y vivir de cerca la vida en el campo, participando en actividades agrícolas y ganaderas. Suele ser un buen método para acercar a las nuevas generaciones a las actividades rupestres, ahora casi olvidadas.
- Turismo de negocios. Se enfoca en viajes por motivos laborales, como reuniones de negocios y conferencias. Es tan específico que casi no es considerado turismo entre la mayoría de la población mundial.
- Turismo de salud y bienestar. Busca mejorar la salud y el bienestar, incluyendo visitas a spas y centros de terapia. Suelen ser viajes por descanso y por salud.
- Turismo gastronómico. Se centra en la gastronomía local, incluyendo visitas a restaurantes, mercados y bodegas. Es, literalmente, viajar para probar vinos locales y comidas de lugares específicos.
- Turismo idiomático. Se centra en aprender un idioma mientras haces turismo y te enriqueces con su cultura. De este, hablaremos largo y tendido a continuación.
Estos son solo algunos ejemplos de los tipos de turismo que existen, y pueden combinarse entre sí para crear experiencias turísticas más completas y enriquecedoras.
¿Qué es exactamente el turismo idiomático?
El turismo idiomático no es otra cosa que viajar a otro país o a otra región con el único propósito principal de aprender o mejorar el idioma local, sea cual sea. Este tipo de turismo se ha vuelto cada vez más popular en los últimos años, ya que muchas personas ven la oportunidad de combinar unas vacaciones con la mejora de sus habilidades lingüísticas. De hecho, es el turismo elegido por la mayoría de los que terminan una carrera universitaria lingüística y se van al país en cuestión para terminar de finalizar sus estudios en dicho idioma.
Este tipo de turismo puede incluir en el paquete, además, clases de idiomas en una escuela o institución especializada, así como también la inmersión completa en la cultura y el idioma a través de actividades como el intercambio de idiomas con hablantes nativos, hospedarse con familias anfitrionas locales o participar en programas de voluntario.
Algunos de los destinos más populares para el turismo idiomático son países donde se habla inglés, como Estados Unidos, Reino Unido, Australia y Canadá, así como países donde se hablan otros idiomas como España, Francia, Italia y Alemania. ¿Por qué? Porque, como puedes leer aquí por ti mismo, el inglés es, después del Chino mandarín y del español, el idioma más hablado del mundo. Por lo tanto, no es de extrañar que las nuevas generaciones traten de especializarse en él cuanto les sea posible. ¡Y más si disfrutan por el camino!
Desde Idiomatur nos explican, además, que este tipo de turismo está siendo cada vez más demandado, y que no es de extrañar que las familias busquen actividades programadas mezcladas con turismo idiomático tanto para los adultos como para los más pequeños, porque lo ven como una oportunidad única de ahondar en el aprendizaje del idioma en sus hijos.
¿Cuáles son los beneficios del turismo idiomático?
El turismo idiomático puede tener numerosos beneficios para los viajeros que buscan mejorar su habilidad en un idioma extranjero, así como para la economía y la cultura de los lugares que reciben a estos visitantes. Algunos de los beneficios del turismo idiomático son:
- Mejora del idioma. Esto es evidente, porque es la razón principal por la cual se practica este tipo de turismo. Lo mejor es que proporciona una oportunidad excepcional para practicar y mejorar habilidades lingüísticas de manera práctica y efectiva con nativos del lugar. Esto es genial, porque los nativos hablan de forma muy diferente a la profe de la escuela (a no ser que esta también sea nativa, claro).
- Inmersión cultural. Por supuesto, no es lo mismo leer sobre un país que visitar un país. los viajeros pueden experimentar la cultura local de primera mano al interactuar con hablantes nativos y vivir con familias anfitrionas. Por lo tanto, pueden entrar de primera mano con las normas y las costumbres de la sociedad.
- Fomento de la interculturalidad. El turismo idiomático es la mejor forma de fomentar la comprensión y el respeto hacia otras culturas y modos de vida, lo que puede promover una sociedad más inclusiva y tolerante. Por lo tanto, es la mejor opción para acabar casi de raíz con el racismo entre culturas.
- Impulso a la economía local. Los turistas pueden gastar (más bien, gastarán) dinero en alojamiento, transporte, alimentos y actividades, lo que por descontado ayudará a crear empleos y a fomentar el desarrollo económico local.
- Mejora de la empleabilidad. La mejora de las habilidades lingüísticas puede ser un factor determinante para el éxito profesional en campos como los negocios internacionales, la educación y el turismo. Gracias a ellos, podrás conocer a más personas, tener más acceso a ofertas laborales y, por supuesto, enriquecerás tu propio crecimiento personal.
En resumen, el turismo idiomático puede ser una experiencia enriquecedora que ofrece una oportunidad única para mejorar las habilidades lingüísticas, sumergirse en una cultura extranjera y contribuir al desarrollo económico y cultural de los destinos turísticos.
Si tienes pensado realizar turismo idiomático, déjame entonces hablarte, además, sobre las desventajas de esta vertiente tan generalizada hoy día:
Es difícil pensar que algo tan generalizado y con tantos beneficios para el crecimiento de nuestro aprendizaje como individuo y como persona social pueda tener elementos negativos. Pero, por desgracia, los tiene. Aquí tienes algunos de ellos:
- Este tipo de turismo puede llegar a ser bastante caro. Esto puede ser debido a que se requiere pagar por cursos de idiomas, alojamiento, transporte y otros gastos relacionados con el viaje. Como no todos tenemos la misma capacidad económica, puede ser una razón de peso para que una persona decida que no puede realizarlo, a pesar de que tenga muchas ganas para ello.
- No se aprende un idioma en un viaje de una semana. De hecho, los turistas que van con esta idea pueden darse el batacazo. Aprender un idioma puede llevar tiempo y el turismo idiomático puede requerir una estancia prolongada en el país. Esto puede ser un obstáculo para aquellos que tienen poco tiempo disponible. Y no hablamos de una estancia de dos semanas, ¡sino de meses, a veces incluso años!
- Dificultad del idioma. No todos tenemos las mismas facilidades para asimilar y aprender a hablar un idioma como se debe. Si el idioma que se desea aprender es muy diferente al idioma materno, el proceso de aprendizaje puede ser más difícil y lento. A mí, por ejemplo, me resulta más sencillo en francés que el inglés, pero cada quien es único.
- Choque cultura. El choque cultural puede ser una desventaja para algunas personas que no están acostumbradas a las costumbres y prácticas del país en el que se encuentran. Esto puede ser estresante y puede afectar la experiencia de aprendizaje. Cuando viajé a Francia un mes con el instituto, tardé unos días en acostumbrarme a la enorme diferencia que presenta con España (horarios, costumbres, formalidades…).
- Falta de inmersión. En algunos casos, los estudiantes pueden tener dificultades para sumergirse completamente en el idioma y la cultura del país eventualmente debido a la presencia de otros estudiantes de su mismo idioma la la falta de oportunidades para interactuar con hablantes nativos. De hecho, cuanto más sola esté una persona, con mayor facilidad podrá introducirse en el idioma y en la cultura.
- Calidad de la enseñanza. En algunos casos, la calidad de la enseñanza puede ser inferior a la esperada o promocionada, lo que puede ser frustrante y hacer que el aprendizaje del idioma sea menos efectivo. Pero nunca hay que rendirse, siempre hay que intentar dar lo máximo para sacar lo mejor de cada uno de nosotros.
Es importante tener en cuenta estas desventajas antes de decidir si el turismo idiomático es la mejor opción para aprender un idioma.