Los combinados y los tragos de licor que tomamos no saben igual en todos los vasos o copas. Por eso, cada bebida tiene su recipiente específico.
Antes, no hace mucho, casi todas las copas se servían en vasos de tubo. Un vaso alto y alargado que igual se utilizaba para preparar un cuba libre que para tirar una cerveza. Podríamos decir que era el vaso comodín para cualquier pub o discoteca.
Este es un vaso que permite a los camareros controlar bien la cantidad de bebida que sirven, para no despilfarrar el licor. Además, mantiene fresca la bebida durante minutos. Al caer los cubitos de hielo uno encima del otro, formando una columna, tardan más tiempo en deshacerse, mientras mantienen fría la bebida de manera uniforme.
El problema de estos vasos es que si bien son prácticos para los camareros, no ofrecen una experiencia plena a los clientes. La bebida no se macera bien, los aromas se desvanecen y el usuario no puede distinguir los tonos olfativos del licor.
En los bares de batalla, aquellos en los que nos tomamos el café después de la comida, todos los licores se servían en copas de coñac. Si pedíamos una copa con hielo, el camarero se las ingeniaba para introducir en el interior de la copa un cubito de hielo. Esta copa retiene mejor los aromas, pero el hielo se calienta con rapidez debido al pequeño tamaño del recipiente y al contacto directo de la copa con la mano.
Ahora nos hemos vuelto más sibaritas y nos gusta que cada bebida se sirva en su copa o vaso adecuado. Forma parte de la experiencia. La mayoría de estos recipientes son accesibles. Sin embargo, dar con algunos de ellos puede resultar complicado. No están en todos los sitios.
Por eso, mi amigo Jaime, que tiene un restaurante en Valencia y que hace poco incorporó un servicio de coctelería para la sobremesa de las cenas, no se complicó la vida y compró las copas de coctel en Giona Premium Glass, un proveedor de cristalería de Segovia, con una completa tienda online, en la que puedes encontrar copas para servir todo tipo de cocteles. Desde un “Manhattan” hasta una “Margarita”.
Te presentamos algunos tipos de copas y vasos que no pueden faltar en tu casa o local si tú, o tu clientela sois aficionados a los tragos largos.
La copa de balón.
Esta gran copa abombada es el recipiente de moda para servir los Gin Tonic.
El coctelero escocés Mike Cruickshank, propietario del Xixbar, una conocida coctelería de Barcelona, presume de ser la primera persona en el mundo en servir los Gin Tonics en una copa de balón. Una copa de vino modificada que se diseñó para servir este combinado de origen británico.
Mike cuenta a la revista El Tiempo que esta innovación contribuyó a la popularización del Gin Tonic. Es mucho más llamativo tomar este combinado en esta copa que hacerlo en el tradicional vaso Collins, también conocido como Long Drink. Un vaso ancho y alto, con capacidad para 380 ml y dos hielos, y que es como siempre se ha servido el Gin Tonic en los pubs ingleses.
La copa balón, por su tamaño grande, su forma abombada y su boca de gran apertura, permite que se pueda introducir en su interior todos los ingredientes y componentes del gin tonic: la ginebra, la tónica, el hielo, la rodaja de limón, y los aderezos (si se opta por agregarlos).
La forma precisa de esta copa permite que el bebedor pueda sentir los olores de la ginebra en cada trago y libera las cualidades de la tónica, gracias al espacio que la copa deja para que se desplieguen las burbujas.
Su largo y fino tallo, por donde se coge la copa, mantiene la bebida fría por más tiempo.
La espectacularidad visual de este trago ha generado toda una cultura en torno a esta bebida. Los bebedores aficionados a su consumo, se han convertido en eruditos de los diferentes tipos de ginebras, de tónicas y de modos de preparación para diseñar el gin tonic que más le satisfaga. De ser una bebida nocturna, como lo era a finales del siglo pasado, se ha convertido en un trago de media tarde que representa una alternativa elegante a la caña de cerveza.
Vaso de whisky.
El whisky siempre se ha tomado en un vaso cuadrado, de tamaño mediano, con una boca amplia que permite al consumidor percibir los olores a madera del licor.
En el 2002, una empresa escocesa diseñó la copa Glencair que se convirtió en el recipiente habitual donde se sirve el whisky en las destilerías de Escocia e Irlanda. Este es un vaso, ligeramente abombado en la base, que se va abriendo cuando coge altura y termina en forma recta. En lugar de talle y pie, la copa tiene un pedestal cilíndrico con el que se mantiene estable sobre la mesa.
La novedad de esta copa es que la forma redondeada que tiene la base hace que el licor se expanda por las paredes del recipiente, liberando su aroma y potenciando su sabor.
Una de las opciones más habituales de tomar esta bebida es el whisky on the rocks. Whisky con hielo. Para servirlo se utiliza un vaso ancho, algo más alto que el vaso tradicional de whisky, con las paredes de vidrio más gruesas y, generalmente, talladas con motivos geométricos.
Se hace de esta manera para preservar por más tiempo el frescor de la bebida. Al ser el cristal más gordo, el calor de la mano se transfiere menos al contenido del vaso.
La apertura del vaso de whisky debe abarcar desde la boca hasta la nariz del consumidor, para percibir los aromas. Y debe tener un diseño lo más recto posible para que el licor evapore los gases del alcohol y libere sus tonos aromáticos.
Copas para coctel.
Como dice el blog de bebidas The Original Tonic, cada coctel tiene su vaso. El vaso facilita que los ingredientes se mezclen totalmente y que el usuario disfrute de las características del combinado. Aunque hay más copas, estas son las más utilizadas:
- Copa Martini. Esta copa con forma de triángulo invertido se ideó para beber el Dry Martini. Una forma de tomar vermut arraigada en Inglaterra. Consiste en mezclar el vermut con ginebra en una coctelera, para añadirle graduación, y agregarle una aceituna para darle un toque de sabor. En esta copa se sirven también cocteles como el Manhattan y el Daiquiri. Su forma impide que se utilicen cubitos de hielo y proporciona espacio para decorar el combinado con rodajas de fruta (limón o naranja) o con algún adorno.
- Copa Margarita. Esta copa está creada para servir este coctel mexicano con base de tequila triple seco y zumo de limón. Su tamaño reducido impide que se puedan introducir en su interior cubitos de hielo, que aguarían la bebida. En todo caso, para enfriarla se emplea hielo picado como se utiliza en Ciudad Juarez, lugar donde se supone que se inventó el coctel. Otra de las características de esta copa es que debe tener una boca ancha que permita el tradicional escarchado de azúcar.
- Copa de champagne. La auténtica copa de champagne es una copa baja, con forma de media circunferencia, un talle fino y una base o pie ligeramente menor que la boca de la copa. A veces confundimos la copa de champagne con la copa flauta, más alta y estilizada. La copa de champagne se utiliza bastante en coctelería. Tanto para cocteles que contienen cava como es el Agua de Valencia, como para otros que utilizan hielo picado e ingredientes triturados como el Cosmopolitan.
- Copa flauta. La copa con la que brindamos en las grandes celebraciones se utiliza en coctelería para aquellos cocteles que contienen como ingrediente alguna bebida carbonatada. La forma de probeta de esta copa permite que el gas se mantenga por más tiempo. En esta copa se sirven combinados como el Niagara Falls que lleva Vodka, zumo de limón y Ginger Ale y, el Kirschcobbler que contiene brandy, zumo de cereza y soda.
- Copa huracán. Es una copa grande y estilizada que se emplea para preparar cocteles tropicales. Su gran capacidad (400 ml) permite servir en ella cocteles que llevan una gran cantidad de zumo natural como el San Francisco o la Piña Colada. Su perfil ondulado facilita que se mantenga el frio, que podamos decorar la bebida con algún adorno como una sombrilla o una cereza y que podamos introducir sin problemas una pajita, que es como beberemos el coctel.
- Vaso de mojito. Aunque este es un vaso, no una copa, he considerado oportuno introducirlo en esta categoría por la popularidad de esta bebida cubana. El mojito se sirve en un vaso tipo Collins, alto, pero con base amplia. Algunos de los pasos para preparar la bebida se realiza dentro del vaso, como el machaque de las hojas de hierbabuena. El vaso debe permitir espacio de maniobra para el coctelero.
Como vemos, usando el recipiente adecuado, nuestras copas y combinados sabrán mejor.