Una visita al parque de Cabárceno

Uno de los pensadores más influyentes de la Europa moderna y de la filosofía universal, el alemán Immanuel Kant decía que “podemos juzgar el corazón de una persona por la forma en que trata a los animales”. Y diversos estudios realizados constatan que la compañía de los animales mejora los niveles de las hormonas asociadas al bienestar y ayuda a que aumente nuestra autoestima, por ello es tan importante y beneficioso el vínculo que se crea entre la persona cuidadora y el animal, que puede llegar a desarrollar diversos lazos y sentimientos que pueden llegar a variar dependiendo de si es un niño, un adolescente, una persona madura, una persona de edad avanzada o una persona con problemas especiales.

Con base en todo esto intenté crear y desarrollar en mis hijos un sentimiento de respeto hacia los animales, inculcándoles desde su más tierna infancia un sentimiento de afecto hacia ellos, con lecturas y visualizaciones de ilustraciones infantiles de animales. Por este motivo y dada mi poca capacidad como ilustradora, me puse a navegar en la red y encontré a Dibustock, una web donde se pueden encontrar múltiples obras maestras de diferentes artistas gráficos con ilustraciones creativas infantiles de diversas categorías, por lo que os la recomiendo encarecidamente si vosotros también queréis inculcar este sentimiento de afecto en vuestros pequeños.

Con el paso de los años, cuando los pequeños ya fueron creciendo y podían comprender mejor lo que es un zoo, la función de cada animal y los espacios donde habitan, decidimos programar y realizar un fantástico viaje en familia al Parque de la Naturaleza de Carbárceno, en Cantabria.

Para ello comenzamos por documentarnos sobre el Parque natural, el cual cuenta con una superficie de 7,5 km2 aproximadamente y está situado en el valle del Pisueña, en el municipio de Penagos, a tan solo 15 km. de Santander, en uno de los lugares más bellos y originales ya que está emplazado en una antigua explotación minera a cielo abierto, de la que se extraía hierro y cuyo origen se remonta desde la época romana hasta el año 1989 en que dejó de ser rentable y cesó la explotación. El parque aprovecha los parajes de las antiguas minas y todavía se pueden observar en algunas zonas las antiguas estructuras industriales.

Este parque, que ha sido inaugurado en junio de 1990, se ha convertido en un gran referente en diversos aspectos. En primer lugar, porque no es un zoológico convencional, ya que algunos de los animales que allí habitan se encuentran en un régimen de semilibertad, en segundo lugar, porque es el más grande del mundo en extensión. En tercer lugar porque se ha convertido en un referente turístico, no solo de la zona sino de toda la Comunidad Cántabra y un revitalizador de la economía, ya que es un polo de atracción para visitantes que buscan alojamiento, restaurantes, casas de alquiler…, sin contar con que se ha convertido en un importante centro de estudio e investigación del comportamiento y reproducción de las distintas especies animales, así como de su divulgación.

Dentro de los límites del Parque natural podemos encontrar unas 120 especies de animales provenientes de los cinco continentes, como pueden ser:

  • Mamíferos. Es la especie que mayor número de animales tiene. Aquí podremos contemplar camellos, cebras, bisontes, búfalos, ciervos, hipopótamos, rinocerontes, la mayor comunidad de elefantes africanos fuera de África, así como la más importante reserva de osos pardo de Europa o el mayor recinto de gorilas de España.
  • Como los avestruces, cuyo tamaño les impide volar ya que están considerados como las aves más grandes o el emú, un ave procedente de Australia, águilas, halcones, buitres, etc.
  • Animales carnívoros. Como el león, jaguar, guepardos, tigres, hienas, lobos, etc.
  • Animales marinos. En unas instalaciones con varias piscinas se pueden observar las dos especies de leones marinos que habitan, la patagónica y la californiana.
  • Serpientes tan peligrosas como pitones, cascabeles, boas, cobras, víboras, etc.

Para contemplar con detenimiento las instalaciones podemos recorrer el Parque en vehículo, bicicleta o a pie puesto que dispone de más de 20 Km. de terreno asfaltado, y a lo que desde septiembre de 2016 se añade un teleférico que recorre todo el recinto.

Otras bondades de Cantabria

Y como no podía ser de otra forma, no podemos abandonar esta maravillosa tierra cántabra sin probar su exquisita gastronomía, donde podemos saborear platos tan típicos como el cocido montañés, el cocido lebaniego, las anchoas de Santoña, los quesos cántabros, los cuales cuentan con denominación de origen protegida, como el queso de nata, el queso de Bejes-Tresviso o los quesucos del Valle de Liébana, los sobaos pasiegos…

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